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Nota: El presente informe recoge las actividades de la confederación Oxfam durante el ejercicio económico 2022/2023, es decir, del 1 de abril de 2022 al 31 de marzo de 2023.Las cifras que aparecen en las introducciones temáticas de este informe proceden de nuestro reporte de resultados, el cual se obtiene a partir de los datos proporcionados por las afiliadas de Oxfam, así como de las oficinas regionales y de país, y los equipos de campañas e incidencia. Este año hemos logrado un índice de presentación de informes del 94 % en toda la confederación. Si bien se ha hecho todo lo posible por garantizar la calidad de los datos, es posible que existan ciertas limitaciones respecto a esta información. “Personas con las que trabajamos” hace referencia a todas aquellas que participan en actividades de proyectos y tienen acceso directo a los productos y servicios de dichos proyectos o son receptoras de los mismos. Cuando en él se menciona que Oxfam trabaja en 86 países, se hace referencia a la situación a fecha de 31 de marzo de 2023. Para acceder al informe de auditoría y al estado de cuentas de este período, consulte el informe del Consejo de Administración de Oxfam Internacional aquí.

▲ NOTA DE METODOLOGÍA

EXPONER VERDADES ANTE EL PODER

En Uganda, Oxfam trabaja con CEFORD y otras organizaciones socias para luchar contra la pobreza y la injusticia. De forma activa, ofrecemos apoyo a los equipos de liderazgo de los agentes locales y estatales, porque creemos que las organizaciones como CEFORD son quienes comprenden mejor las necesidades más urgentes de las comunidades.

Amitabh Behar (Oxfam) y Juliet Donna (CEFORD) analizan nuestro pasado y futuro.

SEÑALES DE CAMBIO

En Bangladesh, se han prevenido 259 matrimonios infantiles. Las y los miembros de las comunidades están convencidos de que cuentan con una capacidad mayor para hacer frente a la violencia de género y el matrimonio infantil.

En un distrito de Kenia, las personas mayores han empezado a permitir que las mujeres acudan a los barazas (encuentros en los que la comunidad se reúne para abordar distintos temas), gracias a las intervenciones de mujeres “defensoras” de este cambio, que habría sido impensable hace tan sólo unos años.

En Jordania, los objetivos del Gobierno de crecer económicamente ahora incluyen una política nacional de derechos en materia de salud sexual y reproductiva.

En Filipinas, tras una encuesta sobre cuidados realizada con el apoyo de Oxfam a nivel nacional, seis organismos gubernamentales se unieron para incorporar los trabajos de cuidados no remunerados a sus programas y políticas.

En Burkina Faso, Ghana y Kenia los Gobiernos han incrementado el gasto en educación, salud, protección social, agricultura y seguridad alimentaria, tras un aumento de la participación ciudadana en la elaboración de los presupuestos y el control del gasto público.

En Iraq y Yemen la cifra de mujeres y niñas que se sienten protegidas contra la violencia de género se ha duplicado en aquellas zonas donde se han implementado proyectos de Oxfam.

Tras la publicación del informe sobre fiscalidad de Oxfam, el Gobierno colombiano anunció que organizaría una cumbre para considerando la adopción de un impuesto a la riqueza. Este suceso marca un punto de inflexión en América Latina, y podría suponer la movilización de millones de dólares para destinar a la salud y la educación.

11 grandes cadenas de supermercados de Alemania, Países Bajos y Reino Unido se han comprometido a respetar los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así como a informar acerca de su cumplimiento. Hasta entonces, solamente habían sido tres los supermercados que habían adoptado un compromiso similar, hace cuatro años.

Tras la presión ejercida por Oxfam y otras organizaciones, TotalEnergies ha comenzado a conceder mejores subsidios para las personas que se reubican debido a la construcción de oleoductos en Uganda. Las viviendas para las familias que han sido reubicadas son más grandes y están mejor construidas.

Algunas de las comunidades en Guatemala que ofrecen apoyo a las y los agricultores para diversificar sus fuentes de ingreso están experimentando una mejora en materia de nutrición y una disminución de la migración, incluso algunas mujeres han comenzado a asumir roles de liderazgo.

En Bangladesh, se han prevenido 259 matrimonios infantiles. Las y los miembros de las comunidades están convencidos de que cuentan con una capacidad mayor para hacer frente a la violencia de género y el matrimonio infantil.

En un distrito de Kenia, las personas mayores han empezado a permitir que las mujeres acudan a los barazas (encuentros en los que la comunidad se reúne para abordar distintos temas), gracias a las intervenciones de mujeres “defensoras” de este cambio, que habría sido impensable hace tan sólo unos años.

En Jordania, los objetivos del Gobierno de crecer económicamente ahora incluyen una política nacional de derechos en materia de salud sexual y reproductiva.

En Filipinas, tras una encuesta sobre cuidados realizada con el apoyo de Oxfam a nivel nacional, seis organismos gubernamentales se unieron para incorporar los trabajos de cuidados no remunerados a sus programas y políticas.

En Burkina Faso, Ghana y Kenia los Gobiernos han incrementado el gasto en educación, salud, protección social, agricultura y seguridad alimentaria, tras un aumento de la participación ciudadana en la elaboración de los presupuestos y el control del gasto público.

En Iraq y Yemen la cifra de mujeres y niñas que se sienten protegidas contra la violencia de género se ha duplicado en aquellas zonas donde se han implementado proyectos de Oxfam.

Tras la publicación del informe sobre fiscalidad de Oxfam, el Gobierno colombiano anunció que organizaría una cumbre para considerando la adopción de un impuesto a la riqueza. Este suceso marca un punto de inflexión en América Latina, y podría suponer la movilización de millones de dólares para destinar a la salud y la educación.

11 grandes cadenas de supermercados de Alemania, Países Bajos y Reino Unido se han comprometido a respetar los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así como a informar acerca de su cumplimiento. Hasta entonces, solamente habían sido tres los supermercados que habían adoptado un compromiso similar, hace cuatro años.

Tras la presión ejercida por Oxfam y otras organizaciones, TotalEnergies ha comenzado a conceder mejores subsidios para las personas que se reubican debido a la construcción de oleoductos en Uganda. Las viviendas para las familias que han sido reubicadas son más grandes y están mejor construidas.

Algunas de las comunidades en Guatemala que ofrecen apoyo a las y los agricultores para diversificar sus fuentes de ingreso están experimentando una mejora en materia de nutrición y una disminución de la migración, incluso algunas mujeres han comenzado a asumir roles de liderazgo.

 Mujeres en el banco de alimentos.

15,5 millones

PERSONAS

 Mujeres en el banco de alimentos.

2 248

ORGANIZACIONES SOCIAS

 Mujeres en el banco de alimentos.

86

PAÍSES

 Mujeres en el banco de alimentos.

15,5 millones

PERSONAS

2248

ORGANIZACIONES SOCIAS

86

PAÍSES

1

NUESTRA LUCHA

ALCANCE GLOBAL: 15,5 millones de personas, 51% mujeres y niñas, 2248 organizaciones socias
ALCANCE EN ASIA: 2 millones de personas, 52% mujeres y niñas, 563 organizaciones socias
ALCANCE DEL PACÍFICO: 102 000 personas, 50 % mujeres y niñas, 76 organizaciones socias
CUERNO, ÁFRICA ORIENTAL Y CENTRAL ALCANCE: 4,96 millones de personas, 51% mujeres y niñas, 93 organizaciones socias
ÁFRICA DEL SUR ALCANCE: 0,76 millones de personas, 54% mujeres y niñas, 160 organizaciones socias
ÁFRICA OCCIDENTAL ALCANCE: 1,99 millones de personas, 51% mujeres y niñas, 229 organizaciones socias
ALCANCE EN MENA: 3,83 millones de personas, 43% mujeres y niñas, 283 organizaciones socias
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE ALCANCE: 0,53 millones de personas, 52% mujeres y niñas, 401 organizaciones socias
ALCANCE EN EUROPA Y AMÉRICA DEL NORTE: 1,31 millones de personas, 67 % mujeres y niñas, 443 organizaciones socias
ALCANCE EN EUROPA Y AMÉRICA DEL NORTE: 1,31 millones de personas, 67 % mujeres y niñas, 443 organizaciones socias

ALCANCE GLOBAL: 15,5 millones de personas, 51% mujeres y niñas, 2248 organizaciones socias
ALCANCE EN ASIA: 2 millones de personas, 52% mujeres y niñas, 563 organizaciones socias
ALCANCE DEL PACÍFICO: 102.000 personas, 50 % mujeres y niñas, 76 organizaciones socias
CUERNO, ÁFRICA ORIENTAL Y CENTRAL ALCANCE: 4,96 millones de personas, 51% mujeres y niñas, 93 organizaciones socias
ÁFRICA DEL SUR ALCANCE: 0,76 millones de personas, 54% mujeres y niñas, 160 organizaciones socias
ÁFRICA OCCIDENTAL ALCANCE: 1,99 millones de personas, 51% mujeres y niñas, 229 organizaciones socias
ALCANCE EN MENA: 3,83 millones de personas, 43% mujeres y niñas, 283 organizaciones socias
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE ALCANCE: 0,53 millones de personas, 52% mujeres y niñas, 401 organizaciones socias
ALCANCE EN EUROPA Y AMÉRICA DEL NORTE: 1,31 millones de personas, 67 % mujeres y niñas, 443 organizaciones socias

VOCES DE ESPERANZA

Algunas personas iluminan los lugares más recónditos.

Juntas escribimos el futuro de nuestra historia, y, curiosamente, no está en manos de la avaricia y la desigualdad. Está en manos de Hamda, Sofía, Ngoulda, y muchas otras personas con las que trabajamos, que continúan luchando a pesar de tener que hacer frente a obstáculos aparentemente infranqueables.

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Quote Mark

No podía permitir que mi hijo me viera triste.
No tenía tiempo para estar deprimida, y sabía que tenía que ser una fuente de inspiración para las personas de mi alrededor. Hay quienes acuden a mí para obtener un mínimo resquicio de esperanza”.

En 2014, Hamda Al-Marzouq (31 años) huyó de la guerra en Siria. Atravesó tormentas de arena y bombardeos con su único hijo, hasta llegar a un campamento para personas refugiadas en Jordania. Enseguida se dio cuenta de que tenía que cuidar de sí misma, de su hijo y de sus padres, enfermos crónicos, en un entorno donde todas las personas intentaban velar por lo mismo. Se ofreció voluntaria para trabajar en el campamento, lo cual resultó ser el inicio de una aventura extraordinaria. Nueve años después, Hamda es la responsable de una de las plantas de gestión de residuos de Oxfam, y supervisa un equipo de 86 trabajadores y trabajadoras. Su trayectoria es una inspiración diaria para otras personas refugiadas. Nine years later, Hamda is a team leader at one of Oxfam’s waste sorting facilities, overseeing a team of 86 workers. She inspires other refugees every day again.

Más información

Hamda
Hamda, Siria
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Quote Mark

“Ese día me armé de valor y dije que se había acabado.
Las mujeres tenemos la capacidad de luchar contra las injusticias y superar cualquier problema que se nos presente, tanto en casa como en nuestra comunidad”.

Sofía López* (34 años) estaba embarazada de siete meses cuando su expareja abusó físicamente de ella hasta casi acabar con su vida. “Era alcohólico, mujeriego y muy celoso”, afirma. Hasta que un día ella se plantó y dio el paso de denunciarlo a la policía de El Salvador. Ese día, Sofía venció a la violencia. Volvió a estudiar y obtuvo el título de secundaria. Más tarde, encontró otra pareja. Actualmente está a cargo de la comisión de protección civil y de la brigada de primeros auxilios de su localidad. Trabaja con las autoridades y organizaciones locales en emergencias para garantizar la distribución de ayuda a las personas que la necesitan. Además, asesora a mujeres que han sufrido violencia.

Sofía
Sofía, El Salvador
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Quote Mark

“No estamos solas,
muchas personas como nosotras y nosotros han tenido que desplazarse y alojarse en campamentos para personas refugiadas. Cuando el nivel del agua retroceda, espero poder volver junto con otras personas para reconstruir mi vida”.

Chad se ha visto gravemente afectado por las consecuencias de la crisis climática, con inundaciones y largas sequías que han castigado a comunidades que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad. Durante las inundaciones que se produjeron en 2022, Ngoulda Vadan Waïwari perdió su casa y el poco ganado y los pocos cultivos que tenía. Sin embargo, no se rindió. Junto con otras personas, empezó a reutilizar orina humana para usarla como abono orgánico. Ofreciendo una solución asequible y práctica en un contexto adverso, ha ayudado a revitalizar la tierra y duplicar el rendimiento de las cosechas de Nglouda y otras personas.

Quote Mark
Ngoulda, Chad
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Quote Mark

“No se permite la entrada de la mayor parte del material, así que nos apañamos con lo que tenemos para poder seguir con el circo.
¡Me siento realizado cuando comparto la felicidad con otras personas!”.

Mohammed Obaid es artista de circo en Gaza. Dejó la universidad para perseguir la pasión que sentía desde niño por la gimnasia y la interpretación. No obstante, en la franja de Gaza no está permitida la entrada de la mayor parte del material de circo, así que utiliza fruta, sacos de azúcar y material improvisado para hacer malabares. Dice que el circo le ayuda a liberar energía negativa y aprender cosas nuevas. Mohammed aporta un destello de felicidad muy necesario en un lugar que las Naciones Unidas han descrito como «inhabitable».

Última actualización: Esta conversación tuvo lugar antes de la escalada del conflicto; desde entonces, no hemos podido contactar con él.

Mohammed Obaid
Mohammed, Gaza
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Quote Mark

“Desde que empezamos a trabajar en el huerto, dejamos de pensar en lo que habíamos perdido.
. Aquí lo pasamos bien, y olvidamos los problemas y las experiencias dolorosas que hemos vivido”.

Cuando las milicias anti-balaka atacaron Bangassou, en la República Centroafricana, Housseina Tindombi, de 70 años, se refugió en una mezquita junto a su familia y sus vecinas y vecinos. Pasaron allí tres días sin alimentos ni agua. Ella sobrevivió, pero le costó dos años en regresar a casa, y al llegar descubrió que estaba en ruinas y sus cultivos habían sido arrasados. Tras haber tenido que volver a empezar de cero, Housseina se reunió con sus vecinas y vecinos y creó un grupo de horticultura. Actualmente, la asociación que dirige vende verdura fresca a organizaciones y comercios locales.

Housseina Tindombi
Housseina, República Centroafricana
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Quote Mark

“No tengo familia, las personas del vecindario eran mi familia.
IMe gustaba vivir aquí cuando la situación era mejor, pero considero que quedarme durante estos momentos difíciles es gratificante, como etíope y como persona”.

Selam* (35 años) trabajaba en la administración pública en el norte de Etiopía. Cuando la violencia estalló en su zona y las oficinas del Gobierno quedaron destruidas, muchas otras personas y ella fueron trasladadas. Selam comenzó a trabajar como voluntaria, ayudando a Oxfam y otras organizaciones en su labor de acompañar a personas desplazadas. En contextos de conflicto, las personas de las comunidades afectadas suelen ser las primeras en responder, y actúan como puente entre las personas afectadas y la ayuda humanitaria.

Selam
Selam, Ethiopia
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Quote Mark

“Es importante ayudarse mutuamente en momentos difíciles
porque la soledad nos hace más vulnerables, pero juntas somos más fuertes”.

Hace casi una década, las inundaciones arrasaron el pueblo de Khalla Maseti, en Nepal. Anjali Devi Bohora puso a sus dos hijos a salvo tan rápido como pudo. En cuestión de horas, la corriente se llevó su casa, su granja y su ganado. Sin embargo, Anjali no se dio por vencida. Pidió un préstamo y abrió un pequeño comercio. Consiguió pagar todas las cuotas de sus préstamos, y sus hijos pudieron cursar estudios superiores. Además, se ha convertido en todo un referente de gestión de catástrofes en su comunidad. Representa a su pueblo y a otros dos en el Gobierno local, y ha tenido un papel fundamental a la hora de proporcionar electricidad, wifi, y en la construcción de una nueva carretera en su comunidad.

Anjali
Anjali, Nepal
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Quote Mark

“Empecé a reflexionar sobre qué se me daba bien, y por dónde podía empezar.
Ganarme la vida cocinando y ser capaz de cubrir algunas de nuestras necesidades es todo un lujo”.

Hace ocho años, Majdah acababa de casarse y soñaba con tener una vida feliz, un hogar y una familia en Siria. Cuando bombardearon su casa con un mortero, sufrió lesiones graves que le causaron una discapacidad. Cuando su marido la abandonó, no tenía ingresos y no pudo permitirse pagar una prótesis. No obstante, más tarde conoció a un grupo de mujeres que habían abierto una cocina de servicios de cáterin para empresas privadas. Majdah recuperó la confianza en ella misma, y encontró una nueva familia.

Quote Mark
Majdah, Siria
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Quote Mark

“Si oponía resistencia, le propinaba patadas. Pedíamos a nuestras mujeres que obedecieran a nuestros deseos e hicieran cosas por nosotros mientras nos quedábamos ahí sentados, sin hacer nada.
Me fui dando cuenta poco a poco y, con el tiempo, decidí cambiar”.

Yesi (44 años) vive con su mujer en un pequeño pueblo situado en la región central de Timor Oriental, en Indonesia. Tenía la costumbre de conseguir lo que quería haciendo uso de la fuerza. En 2019, lo invitaron a unirse a un grupo de aprendizaje sobre problemas domésticos. Fue el principio de una experiencia reveladora en la que se familiarizó con aspectos relacionados con los derechos de las mujeres y la violencia. Con el tiempo, las cosas en casa cambiaron, y Yesi empezó a responsabilizarse del pozo, a cocinar y a hacer las tareas del hogar. Ahora, lleva a cabo labores de incidencia contra la violencia doméstica en su pueblo.

Yesi
Yesi, Indonesia

Nombre ficticio.

Algunas personas iluminan los lugares más recónditos.

Juntas escribimos el futuro de nuestra historia, y, curiosamente, no está en manos de la avaricia y la desigualdad. Está en manos de Hamda, Sofía, Ngoulda, y muchas otras personas con las que trabajamos, que continúan luchando a pesar de tener que hacer frente a obstáculos aparentemente infranqueables.

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Quote Mark

No podía permitir que mi hijo me viera triste.
No tenía tiempo para estar deprimida, y sabía que tenía que ser una fuente de inspiración para las personas de mi alrededor. Hay quienes acuden a mí para obtener un mínimo resquicio de esperanza”.

En 2014, Hamda Al-Marzouq (31 años) huyó de la guerra en Siria. Atravesó tormentas de arena y bombardeos con su único hijo, hasta llegar a un campamento para personas refugiadas en Jordania. Enseguida se dio cuenta de que tenía que cuidar de sí misma, de su hijo y de sus padres, enfermos crónicos, en un entorno donde todas las personas intentaban velar por lo mismo. Se ofreció voluntaria para trabajar en el campamento, lo cual resultó ser el inicio de una aventura extraordinaria. Nueve años después, Hamda es la responsable de una de las plantas de gestión de residuos de Oxfam, y supervisa un equipo de 86 trabajadores y trabajadoras. Su trayectoria es una inspiración diaria para otras personas refugiadas. Nine years later, Hamda is a team leader at one of Oxfam’s waste sorting facilities, overseeing a team of 86 workers. She inspires other refugees every day again.

Más información

Hamda
Hamda, Siria
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Quote Mark

“Ese día me armé de valor y dije que se había acabado.
Las mujeres tenemos la capacidad de luchar contra las injusticias y superar cualquier problema que se nos presente, tanto en casa como en nuestra comunidad”.

Sofía López* (34 años) estaba embarazada de siete meses cuando su expareja abusó físicamente de ella hasta casi acabar con su vida. “Era alcohólico, mujeriego y muy celoso”, afirma. Hasta que un día ella se plantó y dio el paso de denunciarlo a la policía de El Salvador. Ese día, Sofía venció a la violencia. Volvió a estudiar y obtuvo el título de secundaria. Más tarde, encontró otra pareja. Actualmente está a cargo de la comisión de protección civil y de la brigada de primeros auxilios de su localidad. Trabaja con las autoridades y organizaciones locales en emergencias para garantizar la distribución de ayuda a las personas que la necesitan. Además, asesora a mujeres que han sufrido violencia.

Sofía
Sofía, El Salvador
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“No estamos solas,
muchas personas como nosotras y nosotros han tenido que desplazarse y alojarse en campamentos para personas refugiadas. Cuando el nivel del agua retroceda, espero poder volver junto con otras personas para reconstruir mi vida”.

Chad se ha visto gravemente afectado por las consecuencias de la crisis climática, con inundaciones y largas sequías que han castigado a comunidades que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad. Durante las inundaciones que se produjeron en 2022, Ngoulda Vadan Waïwari perdió su casa y el poco ganado y los pocos cultivos que tenía. Sin embargo, no se rindió. Junto con otras personas, empezó a reutilizar orina humana para usarla como abono orgánico. Ofreciendo una solución asequible y práctica en un contexto adverso, ha ayudado a revitalizar la tierra y duplicar el rendimiento de las cosechas de Nglouda y otras personas.

Quote Mark
Ngoulda, Chad
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Quote Mark

“No se permite la entrada de la mayor parte del material, así que nos apañamos con lo que tenemos para poder seguir con el circo.
¡Me siento realizado cuando comparto la felicidad con otras personas!”.

Mohammed Obaid es artista de circo en Gaza. Dejó la universidad para perseguir la pasión que sentía desde niño por la gimnasia y la interpretación. No obstante, en la franja de Gaza no está permitida la entrada de la mayor parte del material de circo, así que utiliza fruta, sacos de azúcar y material improvisado para hacer malabares. Dice que el circo le ayuda a liberar energía negativa y aprender cosas nuevas. Mohammed aporta un destello de felicidad muy necesario en un lugar que las Naciones Unidas han descrito como «inhabitable».

Última actualización: Esta conversación tuvo lugar antes de la escalada del conflicto; desde entonces, no hemos podido contactar con él.



Mohammed Obaid
Mohammed, Gaza
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“Desde que empezamos a trabajar en el huerto, dejamos de pensar en lo que habíamos perdido.
Aquí lo pasamos bien, y olvidamos los problemas y las experiencias dolorosas que hemos vivido”.

Cuando las milicias anti-balaka atacaron Bangassou, en la República Centroafricana, Housseina Tindombi, de 70 años, se refugió en una mezquita junto a su familia y sus vecinas y vecinos. Pasaron allí tres días sin alimentos ni agua. Ella sobrevivió, pero le costó dos años en regresar a casa, y al llegar descubrió que estaba en ruinas y sus cultivos habían sido arrasados. Tras haber tenido que volver a empezar de cero, Housseina se reunió con sus vecinas y vecinos y creó un grupo de horticultura. Actualmente, la asociación que dirige vende verdura fresca a organizaciones y comercios locales.

Housseina Tindombi
Housseina, República Centroafricana
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“No tengo familia, las personas del vecindario eran mi familia.
Me gustaba vivir aquí cuando la situación era mejor, pero considero que quedarme durante estos momentos difíciles es gratificante, como etíope y como persona”.

Selam* (35 años) trabajaba en la administración pública en el norte de Etiopía. Cuando la violencia estalló en su zona y las oficinas del Gobierno quedaron destruidas, muchas otras personas y ella fueron trasladadas. Selam comenzó a trabajar como voluntaria, ayudando a Oxfam y otras organizaciones en su labor de acompañar a personas desplazadas. En contextos de conflicto, las personas de las comunidades afectadas suelen ser las primeras en responder, y actúan como puente entre las personas afectadas y la ayuda humanitaria.

Selam
Selam, Ethiopia
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Quote Mark

“Es importante ayudarse mutuamente en momentos difíciles
porque la soledad nos hace más vulnerables, pero juntas somos más fuertes”.

Hace casi una década, las inundaciones arrasaron el pueblo de Khalla Maseti, en Nepal. Anjali Devi Bohora puso a sus dos hijos a salvo tan rápido como pudo. En cuestión de horas, la corriente se llevó su casa, su granja y su ganado. Sin embargo, Anjali no se dio por vencida. Pidió un préstamo y abrió un pequeño comercio. Consiguió pagar todas las cuotas de sus préstamos, y sus hijos pudieron cursar estudios superiores. Además, se ha convertido en todo un referente de gestión de catástrofes en su comunidad. Representa a su pueblo y a otros dos en el Gobierno local, y ha tenido un papel fundamental a la hora de proporcionar electricidad, wifi, y en la construcción de una nueva carretera en su comunidad.

Anjali
Anjali, Nepal
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Quote Mark

“Empecé a reflexionar sobre qué se me daba bien, y por dónde podía empezar.
Ganarme la vida cocinando y ser capaz de cubrir algunas de nuestras necesidades es todo un lujo”.

Hace ocho años, Majdah acababa de casarse y soñaba con tener una vida feliz, un hogar y una familia en Siria. Cuando bombardearon su casa con un mortero, sufrió lesiones graves que le causaron una discapacidad. Cuando su marido la abandonó, no tenía ingresos y no pudo permitirse pagar una prótesis. No obstante, más tarde conoció a un grupo de mujeres que habían abierto una cocina de servicios de cáterin para empresas privadas. Majdah recuperó la confianza en ella misma, y encontró una nueva familia.

Quote Mark
Majdah, Siria
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Quote Mark

“Si oponía resistencia, le propinaba patadas. Pedíamos a nuestras mujeres que obedecieran a nuestros deseos e hicieran cosas por nosotros mientras nos quedábamos ahí sentados, sin hacer nada.
Me fui dando cuenta poco a poco y, con el tiempo, decidí cambiar”.

Yesi (44) lives with his wife in a small village of the East Central Timor region of Indonesia. He had a habit of getting what he wanted through force. In 2019, he was invited to join a learning group on household issues. It was the start of a revelatory experience. He learned about women’s rights and about violence. Gradually, things changed around the house, as Yesi started to take care of the well, to cook and to do household chores. Now Yesi is an advocate against domestic violence in his village.

Yesi
Yesi, Indonesia

Nombre ficticio.

Trabajadora de oxfam.
Vista aérea de un barco.
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